Los cultivos líquidos son más populares que nunca entre los cultivadores de setas mágicas. Esto se debe a que su uso es práctico y seguro. En este artículo, analizamos los pros y los contras de los cultivos líquidos y explicamos paso a paso cómo utilizar mejor una jeringa de cultivo líquido.
Tabla de contenido
¿Qué es un cultivo líquido?
Cuando hablamos de cultivo líquido, nos referimos a un cultivo de hongos que crece en un líquido. Este líquido está cuidadosamente compuesto y contiene azúcares, para que el hongo pueda vivir y crecer en él. Un ingrediente comúnmente utilizado para la solución de azúcar es la miel, porque es barata y fácil de encontrar. Además del ingrediente base, se pueden añadir otros ingredientes para promover aún más el crecimiento del hongo.
Después de mezclar, el líquido debe ser esterilizado para asegurar que no queden microorganismos vivos. De esta manera, el hongo puede crecer sin ser molestado en la solución de azúcar sin contaminación de bacterias u otros hongos.
Inoculación de cultivo líquido
Después de esterilizar el líquido, es necesario añadir el hongo. Este proceso se llama inoculación. Un cultivo líquido puede ser inoculado de diferentes maneras.
El método más sencillo y rápido es añadir directamente esporas de seta al medio de cultivo estéril. Sin embargo, este es también el método menos seguro, ya que existe una posibilidad significativa de que las esporas estén contaminadas. Debido a que la contaminación en un cultivo líquido es difícil de detectar, esto puede ser problemático.
Otro método consiste en cultivar primero el micelio en un medio de agar. Este método es mucho más seguro, porque es relativamente fácil ver en el agar si el micelio está libre de contaminación. Si ese es el caso, se añade una pequeña cantidad de micelio a la solución de azúcar estéril, después de lo cual el micelio se sigue cultivando.
Una gran ventaja de este método es que permite crear cultivos líquidos a partir de genéticas seleccionadas. Las genéticas probadas y testadas suelen conducir a resultados más consistentes en el cultivo de setas.
¿Cuáles son los pros y los contras del cultivo líquido?
Los cultivos líquidos tienen una serie de pros y contras. A continuación, se presenta una breve descripción para que pueda sopesar las opciones de un vistazo.
Pros | Contras |
---|---|
✅ Colonización rápida gracias a múltiples puntos de inoculación | ❌ Más susceptible a la contaminación y más difícil de diagnosticar |
✅ Económico de hacer | ❌ No apto para la selección de genéticas |
✅ Vida útil relativamente larga si se refrigera |
¿Cómo se inocula micelio con una jeringa de cultivo líquido?
Inocular micelio con cultivo líquido no es difícil, pero hay algunas cosas que hay que tener en cuenta. Necesitarás varios materiales y herramientas, y es importante trabajar en un ambiente limpio y de forma higiénica. Sigue leyendo para saber más.
Suministros



Esenciales
- Jeringa de cultivo líquido
- Granos esterilizados en un frasco o bolsa con filtro(s) de micras y puerto de inyección
- Mechero o quemador de gas
- Mascarilla
- Guantes de nitrilo
- Desinfectante
- Toallita(s) con alcohol
Opcional
- Campana de flujo laminar
- Caja de aire estático (SAB)
Pasos
Antes de empezar a inocular, es importante elegir un espacio de trabajo adecuado. Preferiblemente, elige un área compacta con un flujo de aire mínimo, ya que esto es más fácil de desinfectar. Una vez que hayas encontrado y preparado un espacio de trabajo adecuado, sigue los pasos que se indican a continuación.
1. Desinfecta tus manos
Empieza por ponerte guantes de nitrilo. Desinféctalos con un desinfectante apropiado o con alcohol isopropílico al 70% y déjalos secar al aire.
2. Desinfecta el puerto de inyección
Toma una toallita con alcohol y desinfecta el puerto de inyección de tus frascos o bolsas de micelio. Para mayor seguridad, puedes dejar la toallita con alcohol en el puerto de inyección hasta que estés listo para inocular.
3. Retira la tapa de la aguja
Coge la jeringa de cultivo líquido y agítala bien para aflojar el micelio. A continuación, conecta la aguja a la jeringa. Realiza estos pasos lo más rápido posible para evitar la contaminación.
Por último, retira la tapa protectora de la aguja.
4. Calienta la aguja
Calienta la aguja con un mechero o un quemador de gas para matar cualquier microorganismo que pueda haberse asentado en la aguja mientras tanto.
Ten cuidado al usar un quemador de gas, ya que las partes de plástico de la aguja pueden derretirse si se sobrecalientan.
5. Inserta la aguja en el puerto de inyección
Deja que la aguja se enfríe durante unos segundos después de calentarla para evitar dañar el puerto de inyección. A continuación, retira las toallitas con alcohol del puerto de inyección e inserta la aguja.
6. Inyecta el cultivo líquido
Inyecta unos 5 ml de cultivo líquido por cada 650 ml de granos. Preferiblemente, hazlo con un ligero movimiento de torsión. Esto extiende el micelio uniformemente sobre los granos estériles, lo que suele resultar en una colonización más rápida del sustrato.
Mi sustrato está inoculado, ¿y ahora qué?
Una vez que todos los contenedores, frascos o bolsas están inoculados, es el momento de la fase de incubación. Mueve los contenedores a un espacio cálido con una temperatura lo más estable posible. Al crear condiciones óptimas de crecimiento, el hongo colonizará el sustrato rápidamente. Para más información, consulta nuestro artículo sobre incubación de micelio.